El Juzgado de Instrucción Número 2 de Majadahonda (Madrid) ha dictado una sentencia por la que fija una indemnización de 180.000 euros para la madre y la hermana de un niño de dos años y medio fallecido por negligencia médica.


El fallo considera probado que la causa del deceso del niño fue un edema cerebral por encefalomielitis. Sin embargo, tanto en el centro de salud al que la madre llevó al niño varias veces como cuando acudió finalmente al hospital de Torrevieja le diagnosticaron invariablemente enfermedades menores como otitis o gastroenteritis. 

En la sentencia se incluyen párrafos tales como el que sigue a continuación, relacionado con la primera visita al hospital referido: «Lo cierto en definitiva es que el doctor no realizó una exploración cuidadosa al niño, obviando los claros síntomas de ataxia que presentaba, que como anteriormente se expuso, requerían su ingreso inmediato para observación aunque no se sospechara de la existencia de encefalomielitis, ante la aparición de síntomas tan evidentes como confusión y alteraciones en la marcha, que como dice la perito pueden ser muy comunes en niños de corta edad por intoxicación, por lo que dar de alta al niño presentando esos síntomas corría un gran riesgo”.

Lo más grave del caso es que, si se hubiera diagnosticado correctamente la encefalomielitis, la estadística desvela que las posibilidades de que el pequeño sanase eran del 95%.