El bróker Javier Biosca, acusado de ser el cabecilla de una estafa con criptomonedas que habría dejado cientos de afectados y más de cien millones estafados, declarará el jueves como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal.
Biosca debía haber comparecido presencialmente el 15 de julio, para lo cual Abascal ordenó que fuera trasladado desde la cárcel de Alhaurin de la Torre (Málaga), donde se encuentra desde el pasado 8 de julio. Sin embargo, su declaración tuvo que suspenderse por circunstancias de la defensa, aplazándose al día 22.
También se ha elevado a la Audiencia Nacional un caso similar aunque con base en el Sur de Tenerife
Ese mismo día se espera que se resuelva también sobre la situación de libertad de su mujer, Paloma Gallardo, y del hijo de la pareja, Sergio Biosca Gallardo, acusados de los mismos delitos que el bróker, una larga lista que va desde estafa a blanqueo de dinero pasando por apropiación indebida.
La mujer y el hijo están señalados como parte implicada en la estafa con un rol concreto: supuestos captadores. Sin embargo, en su declaración judicial del viernes, ambos aseguraron que desconocían a qué se dedicaba Biosca y que nunca participaron en sus negocios.
Biosca fue detenido el pasado 6 de junio en la provincia de Málaga en relación con otro asunto y dos días después compareció por videoconferencia ante el juez Santiago Pedraz, entonces a cargo de dicho juzgado.
Pedraz ordenó el ingreso en prisión provisional del bróker para evitar que pudiera fugarse, que destruyera pruebas o que pudiera contactar con los perjudicados, de acuerdo con las fuentes jurídicas consultadas el día de la vistilla.
La Audiencia Nacional comenzó a investigar este asunto a raíz de las querellas presentadas por particulares contra el ‘clan’ Biosca y Algoritmhmics Group, la empresa creada por el bróker con la que se habría perpetrado la estafa.
En la querella de esta asociación, que calcula que habría unos 300 afectados y más de 100 millones de euros estafados, se detalla que Biosca y su familia crearon un negocio dedicado a las inversiones en criptomonedas en 2019 pero que carecía de todo tipo de autorizaciones, dado que no estaba inscrito, por ejemplo, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras montar ese ‘chiringuito financiero’ comenzaron a captar clientes que debían entregar su dinero a Biosca, quien garantizaba una rentabilidad del 20 o del 25 por ciento semanal –al menos al inicio–. Dado que los primeros inversores comenzaron a recibir beneficios, se corrió la voz entre familiares y amigos alabando la figura de confianza de Biosca y el negocio pasó rápidamente de los 30 inversores a los 500.
Pero con la llegada de la pandemia de coronavirus y el confinamiento se produjeron los primeros incumplimientos. Biosca dejó de pagar a casi todos los inversores, lo que contribuyó a extender la desconfianza en este producto financiero. A finales de octubre de 2020 Algoritmhmics Group dejó de hacer abono de cantidad alguna.
Expertos como los de Medina&González Abogados recomiendan consultar con letrados especializados en caso de verse afectado por un problema de estas características.