El Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ha condenado a una mujer como autora de un delito de maltrato animal al considerarse como probado que mantuvo en pésimas condiciones a un perro de raza Yorkshire Terrier que se habría estado alimentando de los restos de otro perro ya fallecido que se encontraba en el mismo piso. La sentencia, dictada tras la conformidad de la acusada, impone una pena de prisión de tres meses y una inhabilitación de un año para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con los animales y su tenencia, si bien le suspende la pena privativa de libertad por un periodo de dos años con la condición de que no delinca durante ese periodo.

El fallo, dictado tras la modificación del escrito provisional del fiscal, aplica la mínima pena por un delito recogido en el artículo 337 de Código Penal, que castiga con penas tres meses y un día a un año de prisión al que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal y le causara lesiones, entre otros aspectos.

La sentencia da por probado que durante un tiempo indeterminado antes del 8 de marzo de 2013, la acusada mantenía sin prestar las condiciones mínimas de alimentación y salubridad en su domicilio de Roquetas de Mar a un perro, que se encontraba en condiciones «deplorables». Como consecuencia de ello, el animal padecía deshidratación severa, caquexia, mal estado general, distenia y ataxia, de tal forma que falleció a las 48 horas después de que una empresa de recogida de animales se hiciera cargo de él. En la misma vivienda se encontró además un perro muerto que había servido al anterior para alimentarse.

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