La Fiscalía ha solicitado una penas de tres años y seis meses de prisión para la directora de una granja escuela de Soto del Barco y dos monitoras de dicho campamento por la muerte de un niño de 5 años que tuvo lugar en el verano de 2017, cuando se ahogó en la piscina del centro. 

Para el Ministerio Fiscal, ha sido probado que ya en la visita previa de los padres para conocer las instalaciones de este centro ubicado en Asturias advirtieron de forma clara y con insistencia a la directora del centro, que el niño tenía pánico al agua, si bien esta no adoptó medidas al respecto, al punto que ni siquiera alertó a las dos monitoras también acusadas (la primera, trabajadora del centro en condición de monitora de actividades juveniles, la segunda pese a que no se formalizó contrato alguno, como monitora en prácticas) y que eran responsables del grupo de 5 a 9 años.

Además, la piscina infantil no se encontraba debidamente separada de la otra piscina más profunda (como se dispone en la normativa vigente), de tal modo que el muro existente no impedía de forma alguna el paso de un recinto a otro, siendo habitual que los chicos saltasen el mismo.

Tampoco estaba señalizada la profundidad de la piscina, tanto máxima como mínima ni se contrató socorrista alguno para la piscina como es obligatorio, incide el fiscal, entre otras irregularidades.

Las advertencias de los padres se repitieron con tal insistencia que, en la ficha de inscripción del infortunado pequeño, la secretaria del centro escribió «Pánico al agua, cuidado en piscina», y consta que las dos monitoras estaban al tanto.

Al quinto día de asistencia al centro del menor, el 25 de julio de 2017, sobre las 15.20 horas, las acusadas, una vez estaban en el recinto de la piscina con su grupo de menores, se sentaron en unas hamacas en el punto más alejado del vaso infantil, sin extremar cautela alguna sobre el menor y ello pese a que el número de niños que había en la piscina era muy elevado, 17 niños, y conocían que el número de menores que corresponde a cada monitor titular es de 10 niños.

Pese a que algunos de los menores jugaban alrededor de la piscina, y lo hacían corriendo y con una pelota. En concreto, los de fuera jugaban a la pelota con los de dentro. Y allí permanecieron sentadas durante 10 minutos, sin tomar precaución alguna, hasta que una de las menores que jugaba a bucear en la piscina de vaso grande, en la parte con más profundidad, observó que la víctima se encontraba en el fondo de la misma, de rodillas pegado al suelo, por lo que lo subió a la superficie, hasta el bordillo de la piscina, pidiendo ayuda, alertando así a las monitoras acusadas. Así, una de las monitoras lo saco al exterior y, seguidamente, las acusadas procedieron a realizarle técnicas de reanimación sin resultado alguno, hasta la llegada de personal sanitario. .

Para la Fiscalía, estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave en su modalidad de imprudencia profesional, y en consecuencia solicita que se condene a cada una de las acusadas a 3 años y 6 meses de prisión, con inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, así como la inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, cargo u oficio durante 4 años.

En concepto de responsabilidad civil, las acusadas, conjunta y solidariamente, y directamente la entidad, indemnizarán a los padres del menor con 250.000 euros (125.000 euros a cada uno) por daños morales, más 10.800 euros a cada uno de ellos por las lesiones y 6.000 a cada uno por las secuelas, más los intereses legales correspondientes.

Leave a Reply